De que la vida te demuestra que a veces no actuamos de la forma correcta.. eso es verdad..
No te ha pasado más de una vez que sientes que las cosas las estás haciendo regio cuando de repente ZAS! te pegas el porrazo?
Porqué debes llegar a darte el porrazo para darte cuenta literalmente que la estás cagando?
He contado que mi crianza fue algo estricta.. ni la rebeldía que profesé desde la edad del pavo me quitó lo extremista en mi actuar en muchas ocasiones.
Siempre existió para mi .. lo bueno, lo malo, lo correcto y lo que no se debía hacer, como debías comportarte en público y lo que jamás podías decir o hacer frente a otras personas.
Soy muy critica.. con el resto y conmigo misma.. por eso nunca ha cabido en mi cabeza el que los hombres usen el pelo largo o el tema de los tatuajes, que usen aros , hasta el pelo de colores.. es como si viera estas cosas y pusiera un PARE frente a ellos.. porque no es lo correcto... ANTE MIS OJOS.
Pero la vida se va transformando y te comienza a dar como bombo en fiesta para que aprendas que hay más allá de lo que tus ojos ven.
Uno se deja llevar por las apariencias.. pero hay más.. siempre hay más..
Aunque cueste, hay que comprender que no todos tienen que ser como uno, que la tolerancia si debe estar dentro de nuestro vocabulario y que no una persona por llevar una vida diferente a la nuestra... significa que sea peor persona.
Reconozco que mi mundo era pequeño.. no cabía lo que para mi no era correcto.... pero golpes, experiencias y lecciones de vida te ayudan a aprender que no somos dueños de la verdad y que no se debe juzgar al del lado por sus acciones.. Que jamás estaremos en el pellejo del otro y que jamás sentiremos como siente el otro.
A medida que pasan los años, nuestro mundo se va abriendo y nuestra visión se va ampliando..
No somos dueños de la verdad ni de la vida ejemplar..
Cuesta tan poco juzgar y tanto razonar..
Nuestra vida puede ser mejor..
Aceptándonos...
La vida ejemplar
Etiquetas: Reflexiones
Me gusta leerte así, porque sé que es un gran paso para ti cambiar tu forma de ver ciertas cosas. Antes me pasaba lo mismo, me creía mamá de todo el mundo y me apestaba cuando las cosas no se hacían como yo decía.
Con el tiempo fui evolucionando (o madurando) y noté que no necesariamente las personas y las cosas tenían que ser como yo decía, porque siendo honesta: eso sería bastante egocéntrico de mi parte. Es bueno ser tolerante con el resto, de todos podemos recatar algo creo yo, y por último podemos conocer otras formas de vida que de repente son harto entretenidas.
Un abrazote amiga.