marzo 03, 2010
TRAS EL TERREMOTO

Hace tiempo que no escribo pero creo que esta es una buena oportunidad.
Tras el Terremoto ocurrido en el Centro y Sur de nuestro país, han comenzado las culpas de quien tuvo o no tuvo la responsabilidad, Gracias a Dios mientras lo hacen no olvidan el sufrimiento de tantas familias que esperan ayuda.

Es por eso que cedo este espacio, a un compañero de trabajo, para publicar una carta a nuestra Presidenta Michelle Bachelet.

SEÑORA BACHELET, VÁYASE LUEGO POR FAVOR.
SEÑOR PIÑERA, APRENDA RÁPIDO PARA QUE A FUTURO NO TENGA QUE DECIRLE LO MISMO.

En primer lugar no soy ciudadano porque no voto. No lo hago, pues no estoy dispuesto a validar un sistema económico-político, digo económico en primer lugar, en el que los gobiernos estén al servicio de las empresas y no de las personas, que es como debería ser. En fin no tengo la culpa de haber nacido acá pero acato el sistema imperante (pago impuestos como todo el mundo) como una persona común. Pero este no es el punto en discusión.

En primer lugar, creo que el primer deber del estado es proteger a las personas.

Pasé el terremoto en San Pedro de la Paz y viví al igual que muchas personas lo que eso significa. Pero creo que ninguno de nosotros estaba preparado para lo que después vendría. En menos de 24 horas, el día sábado 27 (no me digan que fue por hambre) comenzaron los primeros saqueos, los cuales fueron incrementándose en la medida que el día y la noche transcurrían, lo cual superó cualquier cosa que pudiera hacer Carabineros. Esto no me lo dijeron, lo vi con mis propios ojos a pocas calles de la casa de mis viejos.

Los alcaldes de las comunas cercanas de todos los sectores políticos sabiendo lo que pasaba pidieron la acción de militares, la cual nunca llegó. El día domingo 28, las personas del barrio en que me encontraba, gente decente, trabajadora y de clase media comenzaron a organizarse y armarse, pues ya se sabía que tropas de delincuentes habían atacado casas a pasos de nosotros.

Al mediodía escucho la entrevista en radio Bío-Bío, único medio de información que teníamos, al señor subsecretario del interior señor Patricio Rosende. Los periodistas, desesperados, le preguntan en reiteradas oportunidades e insistentemente sobre las posibilidades de una acción militar seria en la zona, pues sabían que su ciudad estaba siendo destruída. Rosende, mediante múltiples evasivas, finalmente responde que no sabe y que no tenía la facultad de responder, pues no tenía comunicación con Santiago. ¿Para qué existen los teléfonos satelitales me pregunto? ¿A qué vino este señor entonces?

Al caer la noche tuvimos que montar guardias armadas a las salidas de los condominios.
¡Nosotros!. ¿No es el primer deber del estado proteger a su gente?
En qué dividendo político estaban pensando estos tipos del gobierno. Gente de sus partidos y de oposición pidiendo ayuda a gritos y el gobierno no responde. ¿Tienen miedo a que los milicos salgan a la calle y les quiten protagonismo mientras la gente decente muere en una batalla campal?

Recién el día lunes el Ministro de Defensa señor Francisco Vidal, tiene la hombría para sacar la voz y decir sí vamos a enviar ayuda, la cual llegó a pocos minutos de transformar una ciudad ya hecha pedazos, en un campo de batalla.

Proteger a las personas. Esto es lo único que tenían que saber hacer bien sí o sí. Exito económico, reformas sociales, obras públicas (que se caen), todo pasa a segundo plano. Si en 4 años no lograron cumplir esta mínima función, qué podemos esperar del gobierno y de los futuros gobiernos.

Señora Bachellet: demostró una total incompetencia ante una función tan importante como protegernos. Es mujer, le faltaron cojones.

Señor Rosende: usted no existe. O le mintió a la presidenta ¿sobre lo que estaba pasando?

Señor Vidal: ¿ministro de defensa? ¿de quién? Ante una amenaza externa estaríamos todos fritos. Agarrre su colección de soldaditos de plomo, derrítalos, haga una gran bala de 200 mm, póngale vaselina, bájese los pantalones y siéntese arriba de ella.

Un terremoto destruyó una ciudad, pero la incompetencia casi destruye a su gente.

Por favor váyanse luego.

Señor Piñera: por favor aprenda y trate de hacer bien las cosas.

Para que nunca más vuelva a pasar.



Philip Honeyman Palacios
Santiago, 03 de Marzo 2010

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