Recuerdas cuando tratabas de elegir que ropa ponerte .. y le preguntabas a tu mamá y ella siempre contestaba.. Con lo que te sientas más cómoda?
Siempre me venía rabieta luego de esa respuesta.. cómo era tan difícil entender que no quería estar cómoda.. que quería verme bien!!
Pero por Dios que tenía razón!
Yo creo que a más de a alguna nos ha pasado que vamos a un matrimonio, y elegimos un vestido espectacular y zapatos altos.. y que si nos miramos wow! sacado de cuento de cenicienta.. pero a las 2 horas estamos tiradas en una mesa porque con el vestido es casi imposible caminar y los zapatos están matando nuestros pies?
Se que más de alguna lo ha vivido..
Muchas veces lo que nos gusta, no es lo más cómodo.. y va a llegar un momento de nuestra vida en el que vamos a empezar a transar en la comodidad versus vernos Mata Hari..
Tuve un pololo que siempre me retaba por que vivía congelada.. cada vez que salíamos yo empezaba con tiritones y me transformaba en un pinguino.. el siempre decía.. Si es tan fácil Abrigarse más Claudia! pero yo no transaba lo bien que me veía con algo, estropeándolo con una parka en la que el Hombre de Nieve se vería más esbelto que yo.
Ahora entiendo cuantos resfríos pude haberme evitado si hubiera sido menos terca..
El cómo nos vemos Claro que es importante! es la imágen que le proyectas al resto.. desde conseguir un trabajo, para una primera cita, hasta en un HH con tus amigas!!
Pero se que todos tenemos alguna pilcha regalona.. algún jeans desgastado, unas zapatillas que tienen más años que nosotros o una polera roñosa que nos trae recuerdo.. y todas esas cosas nos reflejan comodidad..
Desde que comenzó el proyecto del Transantiago, fui una ferviente admiradora de él.. en primer lugar para cambiar la cara de Santiago, y hermosearla un poco más.. y que por fin salieran del mercado las micros amarillas que la verdad era un horror subirse a ellas..
El transantiago me gustaba por lo lindo de los buses, el hecho de ser nuevo ( todo lo nuevo es bueno.. así dicen), por sus colores.. solo faltaba probarlos..
Sólo una palabra
ATROZ!
Todo lo lindo que son queda en nada con lo incómodos que son.. te resbalas de los asientos, yo subí cargada con bolsas bolsos y cuanta cosa más ( soy un ekeko caminante) y tenía tres bolsas casi puestas en la cabeza por que los asientos son Infimos!.. sin contar el pasillo angosto por el que hay que pasar y que además no tienes de donde agarrarte..En resumen ... Una odisea..
Las apariencias engañan.. no siempre lo más lindo es lo mejor.. no siempre lo más llamativo es lo bueno.. No siempre los buenos regalos vienen envueltos en papeles llamativos..
Hay que darse el tiempo de abrirlos..
Tal vez nos podamos sorprender..
Las apariencias engañan
Etiquetas: Reflexiones
Pues yo sigo prefierendo los buses del transantiago a esas cuestiones amarillas, sólo que cuando ando cargada (las pocas veces), el metro es mi solución.
Oye, no siempre las apariencias engañan y el envase miente, para muestra un botón: YO, jajaja.
Besos!.